Y así es…
En esta ocasión y gracias
a un regalo pudimos aprovechar una maravillosa estancia de un fin de semana en
un hotel rural, en esta ocasión disfrutamos de un pequeñísimo pueblo llamado
Pino de Bureba en Burgos (os prometemos que en próximas entradas hablaremos de
éste y el resto de pueblos que pudimos visitar, todos ellos pertenecientes a la
comarca de La Bureba ).
Aunque hoy comenzaremos, como no podía ser menos, por hablar de Burgos.
Lo primero que pasa
por la mente cuando pensamos en Burgos es en su magnífica catedral, considerada
por muchos la mejor de España, en nuestra opinión, de las que hemos visto hasta
ahora y llevamos unas cuantas, sin duda alguna se encuentra entre las tres
mejores. No hace falta decir que si os pasáis por Burgos la visita es más que
obligada, no os defraudará en absoluto.
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Es bueno saber, que si
se va en coche hay aparcamientos públicos cerca de la catedral a unos 5 minutos
de ella andando, éstos se encuentran colindantes al Paseo del Empecinado
(esperemos que no los cambien por zona azul), si se callejea un poco se
encuentran fácilmente.
Todo lo visitable en
Burgos está cerca, aunque algunos de los lugares que merecen la pena ver están
algo más alejados, tendréis que andar un poquito, eso sí, todo se puede ver a
lo largo de la mañana y entrada la tarde. Darse un paseo por Burgos es
agradable y muy placentero, eso que ese día nos llovió (y en algunos momentos
bastante).
Os recomendamos que os hagáis
con un plano de la ciudad y horarios de los monumentos y os organicéis el
recorrido un poco, sobre todo por los horarios, para que no perdáis tiempo de
un lado para otro, puesto que aunque no están muy alejados unos lugares de
otros sí que hay que andar un poquito para ver algunos de ellos.
El Real Monasterio de
las Huelgas es otro de los lugares a visitar que no os podéis perder, tan solo
puede verse mediante una visita guiada que dura alrededor de 30-40 minutos, merece
mucho la pena verlo, pero a la hora de planificación de horarios tenéis que
tenerlo en cuenta, ya que se encuentra un poco alejado del casco histórico.
Mientras os dirigís al
Real Monasterio de las Huelgas podéis disfrutar del Paseo de la Isla , un espacio natural magnífico
de la ciudad burgalesa, por el que poder relajarse, leer y pasear por las
orillas del río a la sombra de los sauces. En este lugar, encontraréis bonitas
fuentes y unos arcos relacionados con el Palacio Castilfalé. También os recomendamos
el Paseo del Espolón, pasear bajo la llovizna es todo un placer para los sentidos.
La primera imagen que
uno se encuentra a la entrada de Burgos es el arco de Santa María, como
curiosidad de este “monumento” añadiremos que se puede visitar de forma
gratuita. Se puede acceder a él desde la entrada a la plaza donde se encuentra la Catedral , según uno va a
entrar a la plaza encontrará una puerta a mano derecha, que le conducirá a unas
escaleras por las que subir para poder visitarlo. En el puente de Santa María,
se puede encontrar la escultura de “La Castañera ”, petrificada bajo el frio hierro del
que está hecha, esperando perpetuamente
en las calles de Burgos.
Otro lugar que no os debéis
perder es la visita al Castillo, desde allí hay unas vistas privilegiadas de la
ciudad, puesto que además hay un mirador donde se hacen unas fotos
espectaculares. El castillo en si mismo no es excesivamente llamativo, podréis
pasear tranquilamente por sus murallas derruidas, nosotros aprovechamos para
hacer la visita guiada a las galerías subterráneas de éste. Para aquellas
personas que nunca hayan visitado los subterráneos de un castillo resulta
bastante curioso, aunque si hemos de ser sinceros la visita fue bastante
decepcionante, apenas bajamos 5
metros bajo tierra, junto a un guía que no hacía de tal
en cuestión y 5 minutos después ya estábamos de nuevo fuera. Ésta vez fuimos
precavidos y aprovechamos para quedarnos rezagados con respecto al resto del
grupo y hacernos fotos. Sin lugar a dudas, si uno lleva “prisa” en su visita no
merece la pena esperar media hora para esos escasos 5 minutos de visita.
Una vez vistas las
murallas desde arriba, uno puede dirigirse al arco de San Esteban, una de las
doce puertas de entrada a la ciudad, se
encuentra orientada al norte, y fue construido en el siglo XII. Su estado de
conservación es admirable, y nos presenta una imagen verídica y real de lo que
fue en aquellos tiempos.
El Monasterio de la Cartuja de Miraflores es
otro lugar que os recomendamos, es el único monumento burgalés al que se tiene
que ir en coche porque está bastante lejos del centro, casi llegando a la salida de la ciudad.
Nosotros vimos este monasterio por la tarde, es un lugar muy tranquilo y
apacible, y se puede aparcar fácilmente en los alrededores.
Como no, visitamos otros
lugares de gran interés como, la
Casa del Cordón, el monasterio de San Juan, la plaza Mayor
donde se encuentra la casa Consistorial, la plaza del Cid donde encontrareis
una espectacular estatua del Cid, erigiéndose desafiante bajo los pies de la
ciudad burgalesa o la plaza de San Juan, el puente de Santa María y el puente
de San Pablo están protegidos bajo la tutela de D. Rodrigo Díaz de Vivar, Dª
Jimena… frías estatuas ancladas a la historia de la ciudad, y que ya nunca
podrán ser olvidadas.
Sin lugar a duda,
Burgos, ciudad milenaria e histórica de nuestra España, que se alza elegante,
embrión de nuestra historia y nuestro futuro, no deja indiferente a nada ni a
nadie.
Valoración de la ciudad: 7,425
Valoración de la ciudad: 7,425
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