domingo, 22 de mayo de 2016

SEVILLA TIENE UN COLOR ESPECIAL

Después de mucho tiempo desaparecidos, volvemos con una de las mejores ciudades que podréis visitar, no solo de Andalucía si no de España, Sevilla.
Es indudable que la capital andaluza tiene duende, tiene algo especial, un embrujo que te cautiva con su atardecer y anochecer mágico.

Hay muchísimo que ver por lo que se necesitan un mínimo 3 días completos para recorrer los rincones más importantes de la ciudad. Os recomendamos que os hagáis con la tarjeta “Sevilla Pass”, por el mero hecho de ahorraros las colas en algunos monumentos, además incluye un paseo por el Guadalquivir maravilloso.

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Lo primero que debéis hacer es obtener un mapa y dividirlo para poder ver la ciudad por zonas concretas y no tardéis tanto andando de un sitio a otro, puesto que, la cuidad andaluza es muy grande y de un punto a otro tiene largas distancias a pie, también es imprescindible que conozcáis los horarios de los diferentes monumentos a visitar.

Nosotros os vamos a hacer aquí un pequeño recorrido por zonas muy aproximado, sin tener en cuenta las horas de los monumentos puesto que todo dependerá de la época del año en la visitéis Sevilla.

Nos hospedamos en el albergue juvenil que está en la Avenida de la Palmera, gracias a un premio que nos tocó.

El primer día por la mañana podéis visitar el Parque de María Luisa, es inmenso y una de las joyas de Sevilla, uno de los lugares favoritas de Ana, sin duda alguna. En 1893 Mª Luisa Fernanda de Orleans hizo un majestuoso regalo a la ciudad de Sevilla, un jardín único e inimitable, con aires islámicos, ingleses y franceses repleto de arboledas, setos, fuentes, rincones y senderos cargados de sensualidad y embriagadores. Dicho parque lo embelleció con la Plaza de América y la extraordinaria Plaza de España.


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Pasear por el inmenso parque y encontrarse un estanque con cisnes, patos y pavos reales que disfrutan del agua que refleja los árboles conocido como la “Isleta de los pájaros”, glorietas mágicas como la de Bécquer que fue dedicada a éste en 1911. Es de forma circular, en su centro se encuentra un impresionante árbol que da sombra al recinto, en ella se encuentran tres mujeres vestidas de la época representando de las tres etapas del amor, el amor ilusionado, el amor poseído y el amor perdido, además también se puede ver la figura de Bécquer.  

Paseando podréis disfrutar de diferentes fuentes con bellísimos jardines a su alrededor, múltiples glorietas, el conocido monte “Gurugú”, una pequeña elevación acabada en una cúpula donde se puede divisar todo el parque, con una cascada haciéndolo de éste un rincón único y especial dentro del parque.

Si continuáis con la ruta pronto os encontraréis con la Plaza de América en la que podemos descubrir el Pabellón Mudéjar, el Pabellón Renacentista y el Pabellón Gótico, construidos durante la Exposición Ibero-Americana de 1929, todos ellos acompañados de la fuente de azulejos hacen de él un espacio sublime en el parque.

A continuación os toparéis, por supuesto, con la gran joya del parque de María Luisa, La Plaza de España, uno de los rincones más visitados y  una cita ineludible para todo aquel turista que se precie de la capital andaluza. El espacio en si es espectacular, tanto de día como de noche, no os arrepentiréis al disfrutar de este esplendido entorno. Es muy típico hacerse una foto en la provincia de donde se es cada uno, así como, contemplar las barcas navegando por el estanque, disfrutar de la enorme fuente y de la estatua de Aníbal González situada enfrente de la plaza y relajarse viendo pasear a los transeúntes.

En la plaza de España encontraréis las típicas calesas o coches de caballos, para pasear subidos por el centro de Sevilla, para mi punto de vista el precio para los turistas españoles de a pie es un autentico robo. Los precios van de 45 a 60 € y dura entre 45 y 1 hora el recorrido si son algo generosos.


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Cerca del parque de María Luisa está el Palacio de San Telmo un palacio muy grande con forma rectangular construido entre los siglos XVII y XVIII de estilo barroco, lo más impresionante del palacio sin duda es su fachada. En frente de éste se encuentra la Universidad de Sevilla, un edificio construido también en el siglo XVIII,  allí mismo podréis dar una vuelta por la céntrica Puerta de Jerez donde se encuentra la conocida fuente de Sevilla.

Para culminar la mañana se puede visitar otros de los puntos más emblemáticos de Sevilla, “La Torre del Oro” construida en el siglo XII, hay dos teorías de porque se llama así, una por los reflejos de la luz del sol sobre sus azulejos, otra por la cantidad de tesoros que guardaba en la época dorada del Imperio. Dentro se encuentra el museo de la armada, y en lo alto de ésta tendremos unas vistas privilegiadas de la ciudad, sobretodo del rio Guadalquivir y de la Giralda. El horario de visita de la Torre del Oro es de 10:00 a 14:00 horas.

Si habéis cogido la tarjeta “Sevilla Pass”  justo debajo de la Torre del Oro se realizan paseos de una hora por el río Guadalquivir, sería el momento ideal para  darlo, aunque la idea de navegar por el Guadalquivir al atardecer, es sin duda maravillosa.

Una vez hayáis repuesto fuerzas y tras el paseo por el Guadalquivir (si lo habéis hecho) es el momento de ir al famosísimo y popular barrio de Triana, una auténtica obra de arte tanto por sus callejuelas como por la gente que habita en ellas. Antes  podréis aprovechar el tiempo y visitar una de las plazas taurinas más importantes del mundo, “La Maestranza”, durante el recorrido os relatarán la historia de este arte, así como anécdotas, etc.


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En esta zona podéis ver la Plaza de Cuba, pasear por la calle Betis donde hay multitud de terrazas para tomar algo disfrutando de las vistas del Guadalquivir y la Torre del Oro, por la calle Pureza donde se encuentra la Iglesia de Santa Ana uno de los monumentos más antiguos de Sevilla construida en el año 1280 por orden del rey Alfonso X y también la Capilla de los Marineros donde se encuentra la famosísima Esperanza de Triana y el Cristo de las Tres Caídas de Sevilla. Detalles sevillanos que hacen del paseo un agradable recorrido, lleno de historia y cultura con el más puro sabor andaluz.

El puente por antonomasia, es el Puente de Isabel II, popularmente conocido por el Puente de Triana que fue construido a finales del siglo XIX. Estar sentado en la noche a orillas del rio Guadalquivir viendo el Puente de Triana iluminado es una de las estampas más características y emotivas que podréis recordar de la ciudad. Además podréis degustar de la cocina típica en sus alrededores.

El Castillo de San Jorge se encuentra justo pasando el Puente y data del siglo X aunque lo que se conserva en la actualidad es del siglo XV y para terminar el recorrido por el barrio de Triana justo anexo al Castillo se encuentra la Plaza del Altozano donde se encuentra el monumento al arte flamenco, una verdadera maravilla que no dejará indiferente a nadie.

El segundo día en Sevilla sería el más completo a la hora de ver la ciudad, se recorrería todo el centro histórico.


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Lo primero que se debería hacer es ver tanto la Catedral como la Giralda, la Catedral es una de las más bellas de España y sin ninguna duda os recomendamos que entréis a verla, como detalle decir que es una de las más grandes del país, se empezó a construir en 1401, y tiene múltiples estilos arquitectónicos aunque destacan el gótico y el barroco. En su interior moran para la eternidad Alfonso X, Cristóbal Colón, Fernando III entre otros ilustres personajes de nuestra historia.

Uno de los lugares más importantes dentro de la catedral es el patio de los naranjos que será el último punto antes de volver a la calle saliendo por la magnífica Puerta del Perdón.

Tanto su interior como su exterior son fascinantes, no os dejéis ningún rincón de esta magnífica catedral, hablando un poquito de su fachada os contamos que en la parte oeste se encuentra la Portada del Bautismo que representa el bautizo de Cristo, Portada de la Asunción y la Portada de San Miguel que representa el nacimiento de Cristo; en la fachada sur se encuentra la Puerta de San Cristóbal; en la fachada norte se encuentra la bellísima Puerta de la Concepción, la Puerta del Lagarto, la Puerta del Sagrario y la Puerta del Perdón, como comenzamos anteriormente; por último en la fachada este se encuentra la Puerta de Palos y la Puerta de Campanillas.

Como no hablar del campanario de la Catedral, la famosísima Giralda, visita obligada de la ciudad, para subir a lo alto de ella  deberéis ascender por una larguísimas rampas, que cualquier persona la puede subir sin dificultad. Las vistas de toda Sevilla son espectaculares, ver desde allí arriba el Alcázar y sus jardines, el Guadalquivir, sus diferentes barrios, es algo que no os debéis perder. En su cúspide se alza el Giraldillo, estatua que hace las funciones de veleta.

  
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Una vez salgáis de la catedral, os encontraréis con diferentes monumentos y plazas anexas a ésta; en primer lugar  veremos la Plaza del Triunfo una de las más turísticas de Sevilla, es peatonal y ajardinada, en ella se encuentra el templete del Triunfo y el monumento a la Inmaculada Concepción, como curiosidad deciros que esta plaza es un auténtico “parking” de calesas, por otro lado hablaros de la Plaza del Cabildo es un lugar muy tranquilo y está un poco escondido se accede a ella por la Avenida de la Constitución. Anexo a la Catedral sevillana se encuentra otro de los monumentos importantes de Sevilla, el Archivo General de Indias donde se guardan los archivos referentes a las colonias españolas, otra visita obligada, sin duda.

Una recomendación que desde aquí os hacemos es pasear por los alrededores de la Giralda, el Alcázar, la Catedral en la tranquilidad de la noche, sentarse en los bancos que hay debajo de los naranjos y contemplar la majestuosidad de la Giralda y ver los monumentos iluminados es algo  apasionante y asombroso y si tenéis la suerte, como nosotros en su momento, de poder disfrutar de los músicos ambulantes que deleitaban la noche con sus guitarras y cantos, Sevilla os demostrará que desde luego tiene un color, un sabor y un embrujo que la hacen especial.

Antes de visitar El Alcázar y para finalizar el recorrido de la mañana os recomendamos que os deis un paseo por el Ayuntamiento, la Calle Sierpes, la Iglesia de la Anunciación y un poco más adelante la Iglesia de San Pedro realizada en el siglo XVII por Diego de Quesada, su torre es la segunda más alta de Sevilla justo por detrás de la Giralda, la Iglesia del Salvador construida con ladrillo rojizo y piedra de estilo plenamente barroco es del siglo XVII, es la segunda iglesia más grande e importante de la capital hispalense situada en la plaza del mismo nombre, buen lugar además para un tapeo de media mañana con una raciones abundantes y sabrosas, no olvidéis visitar la Iglesia de San Isidoro del siglo XIV.

Nosotros os recomendamos que este día comáis por el barrio de Santa Cruz hay lugares en los que se come bien y barato, nosotros comimos un menú por unos 10€ que fue un auténtico lujo. En este barrio encontraréis rincones con un encanto especial como la Plaza de la Alianza; la Iglesia de la Santa Cruz, iglesia de estilo barroco del siglo XVII; la Plaza de Doña Elvira un rincón de Sevilla con mucho encanto; o la Plaza de Santa Marta.


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Una vez se han repuesto fuerzas durante la comida la primera parada de la tarde debería ser en el Real Alcázar, es el monumento más visitado de la ciudad, simplemente es magnífico. Cuando entréis es como si os trasportara a otra época, a otro lugar. Es un conjunto de palacios rodeados por una muralla, se sitúa justo al lado de la Catedral y su construcción se inició en la Alta Edad Media, tiene diferentes estilos arquitectónicos que han sido realizados a lo largo de la historia, pasando por el islámico, el mudéjar, el gótico hasta el renacentista y el barroco. Cuenta diferentes estancias muy llamativas, la Puerta del León es la zona de acceso a éste, algunas de las salas más importantes son la Sala de la Justicia y el Patio de la Montería. Y por supuesto tenemos que hablar de sus excelentes y asombrosos jardines en los que destacan estilos renacentistas, modernos y árabes, en esta joya arquitectónica destaca el Estanque de Mercurio, el jardín de Troya o el jardín de la Galera entre otras magníficas estancias, antes de abandonar el Alcázar hay que pasar por el Patio de Banderas donde, mientras vamos caminando hacia la salida veremos cómo nos va recibiendo la Giralda de Sevilla.

Finalizada la visita al Alcázar se puede ir a la parte posterior de éste donde se encuentra un alargado parque que contiene el Monumento a Colón, en los jardines de Murillo y desde aquí llegar al Palacio de la Buharia que se encuentra en el barrio de Nervión y un lugar esplendido para pasear por sus jardines, este palacio árabe fue construido por el califa Abu Ya Qub Yusuf.

Para terminar nuestro último punto del segundo día de visita nos dirigimos al Metropol parasol o “las setas” como más popularmente se conoce a esta edificación moderna en la que se puede subir y pasear sobre ella observando desde una altura privilegiada la ciudad.

Ya en el último día de recorrido de la ciudad podréis visitar la parte norte de la ciudad y las diferentes iglesias que por allí se encuentran, están muy repartidas pero merece la pena ir paseando y pasear por las diferentes calles, callejuelas, plazas...


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El primer punto en el que iniciaremos la visita de este tercer y último día será la Casa de Pilatos uno de los edificios que merece mucho la pena visitar, si anteriormente habéis obtenido la tarjeta “Sevilla Pass” la entrada será gratuita, si no tampoco tiene un precio muy elevado. La fachada puede que sea poco llamativa pero el tesoro se encuentra en el interior, se comenzó a construir en 1483 en el barrio de la judería. El patio principal es una joya, en él hay cuatro estatuas, dos representan a Atenea, otra a Ceres y la última a una musa, además de 24 bustos de diferentes emperadores romanos. La fuente central deleita con sus sonidos al visitante que deja todos sus sentidos sometidos al lugar y no podemos dejar de nombrar el Jardín Grande, la guinda a este espléndido paraje.

Los siguientes puntos a visitar en este recorrido serán la Iglesia San Esteban, que se encuentra en pleno barrio de Santa Cruz y ubicado muy cerca de la Casa de Pilatos y; la Iglesia San Ildefonso que también se encuentra en las inmediaciones, con un estilo neoclásico, es una iglesia muy llamativa tanto por sus altas torres como por sus colores amarillos y rosados, dicha iglesia fue construida en el siglo XVIII.

El recorrido seguirá con las Iglesia Santa Marina, una de las iglesias más antiguas de la ciudad puesto que data del siglo XIII de estilo gótico-mudéjar; la Iglesia San Julián; la Iglesia de San Marcos y; la Iglesia San Luis que constituye un maravilloso ejemplo de arquitectura barroca del siglo XVIII.
Otro templo que merece la pena visitar, nosotros desgraciadamente nos la encontramos cerrada, es la Iglesia de San Lorenzo y la Basílica del Gran Poder, que es donde se encuentra otra de las imágenes más conocidas de la Madrugá de Sevilla, El Gran Poder. Construida en el siglo XIII.

Desde allí encontraremos en nuestro paseo las columnas de Hércules, en lo alto de éstas se colocaron por un lado la de Hércules y por otro la de Julio César. Se encuentran en la avenida con mismo nombre, es una avenida visitable puesto que dichas columnas son muy llamativas, personalmente tengo un grato recuerdo en esta zona de la ciudad, puesto que en uno de los bares aledaños decidimos ver la final de la Supercopa de Europa entre el R. Madrid C. F. y el equipo más laureado de la ciudad, el Sevilla F. C. en otra visita fugaz que hicimos a la ciudad. 


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Cenamos muy bien y yo pude celebrar los goles de Cristiano Ronaldo sin ningún problema, en primera fila de la terraza y en una pantalla enorme, eso sí oía detrás de mí las lamentaciones de la hinchada de Nervión.

Siguiendo nuestro itinerario  llegaremos a la Basílica de la Macarena, es uno de los templos que a pesar de no encontrarse en el casco histórico, es recomendable visitarlo, nosotros fuimos a Sevilla una semana antes de la Semana Santa y puede que debido a que era domingo y posiblemente se estuvieran haciendo algunos cultos la basílica estaba abarrotada de gente.


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Decidimos acercarnos en coche, aparcar por esta zona es muy complicado, casi imposible, nosotros conseguimos aparcar justo al lado, en la murallas de la Macarena, nunca mejor dicho se nos bajó la Virgen. La fachada de la basílica no dice gran cosa aunque tengo que reconocer que lo que es el lugar parece más pequeño de lo que conocemos por la televisión por la gran cantidad de gente que alberga el lugar en la noche grande, en la Madrugá de Sevilla. Pero la importancia está en su interior, en la Señora, en la Virgen María Santísima de la Esperanza Macarena que data del siglo XVII y a la que el pueblo sevillano le tiene gran devoción, también se encuentra en la basílica Nuestro Padre Jesús de la Sentencia del mismo siglo. Fuera de la basílica, anexo a ella se encuentra el Arco de la Macarena, ambos pasos lo cruzan todas las Madrugás de Semana Santa siempre y cuando no llueva, y la anterior mencionada muralla de la Macarena.

Por último el Monasterio de la Cartuja situado en la isla que lleva el mismo nombre, es un lugar muy tranquilo puesto que se aleja de las zonas céntricas y de mucha afluencia de tráfico, es recomendable llegar hasta aquí en transporte público o en coche propio, en esta zona se aparca bastante bien, puesto que está bastante alejado de los puntos turísticos mencionados anteriormente.

Ya que estoy nombrando lo de ir en coche deciros que los que no conozcáis Sevilla como me pasó a mí y utilicen gps, en muchas de las calles solo pueden circular taxis y autobuses, yo me tuve que saltar esta indicación porque era tal rodeo evitar estas calles que era imposible llegar, tenerlo en cuenta. Otro detalle es que es una ciudad que está muy bien para circular en bici para aquellos que quieran hacer ciclo-turismo que es una gran opción para ver Sevilla porque se disfruta de las calles y se ahorra en tiempo de desplazamiento.


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Por nombrar otros lugares con cierto interés podemos nombrar el Costurero de la Reina es uno de los edificios más peculiares de Sevilla se encuentra cerca del rio Guadalquivir y del Parque de María Luisa y las iglesias de la Caridad y la de la Magdalena. Seguro que habrá muchos otros lugares, plazas, parques que merezcan la pena ver pero no hayamos nombrado, Sevilla tiene infinidad de lugares y sitios por descubrir, aquí os hemos esbozado los más importantes, es una ciudad maravillosa que merece la pena visitar siempre que se pueda ir descubriendo poco a poco esos rincones desconocidos y entrañables de la capital hispalense.


Puntuación de la ciudad: 8,6

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